Llama a “unidad” y queman figura de ministra La Razón
Contrastante, lo ocurrido en la marcha del sábado en el Zócalo para presuntamente conmemorar el 85 aniversario de la expropiación petrolera con el discurso del Presidente Andrés Manuel López y su reiterado llamado a la “unidad”, mientras una figura de la presidenta de la Suprema Corte, Norma Lucía Piña Hernández, era quemada entre gritos de “¡muera!” y regocijo de la multitud, muestra de intimidación y coraje en su contra ante la próxima resolución del Plan B de Reforma Electoral.
Si bien hubo discursos del director general de Pemex, Octavio Romero, y de la secretaria de Energía, Rocío Nahle, que dieron cuenta de lo que el actual Gobierno ha hecho en materia energética, el del Ejecutivo federal fue un repaso de las tareas de su Gobierno en ese renglón, destacó su nacionalismo ante críticas y acusaciones a la “intención injerencista” de congresistas de Estados Unidos y rechazo a “sometimientos” ante ese país, para azuzar el repudio de los asistentes en su contra.
DE ESTO Y DE AQUELLO…
Por más disimulo que intentaron, en el acto sabatino en el Zócalo, se evidenció el claro distanciamiento entre la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, y el canciller Marcelo Ebrard, sentados juntos con el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, distanciamiento es reflejo de críticas mutuas por sus anticipados actos de campaña. Alejado de ellos, como mero espectador estuvo otro presidenciable, no “corcholata”, Ricardo Monreal.
Todo un extraño caso el de Segalmex: los 15 mil millones de pesos “desaparecidos” y su extitular Ignacio Ovalle, protegido por su jefe porque “lo engañaron los priistas mañosos a los que invitó a colaborar”. De pena ajena esa supuesta “inocencia” de un tricolor de larga carrera.
Tibia y tardía esa crítica del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas a la política del actual Gobierno en materia energética por considerarla “extractiva” y también porque la inversión en la refinería de Dos Bocas se ha triplicado, en declaraciones que hizo el sábado tras la ceremonia en el mausoleo de su padre, el expresidente Lázaro Cárdenas, en el Monumento a la Revolución.
En ese acto estuvo acompañado de su hijo, Lázaro, del que un día antes se dio a conocer su renuncia como coordinador de asesores del Presidente López Obrador para irse a un cargo a la CELAC, aunque de inmediato se desataron especulaciones de que en realidad buscará ser candidato a Jefe de Gobierno de la CDMX, cargo que ocupara su padre en 1997, tras ganar la primera elección para ese cargo.
Cierta o no, esa versión debe haberle caído como bomba a quienes hasta ahora se mencionaban con ciertas posibilidades de reemplazar a Claudia Sheinbaum.
