Dos Bocas y el contexto energético global Excelsior

 Por: Fadlala Akabani*Secretario de Desarrollo Económico de la Ciudad de México A lo largo de estos últimos 4 años, se ha dado un vuelco soberanista en todos los aspectos de la vida pública, produciendo imágenes que, hasta hace poco tiempo, parecerían improbables, como el rechazo a la instalación de una cervecera norteamericana en Baja California a través de un referéndum, la adquisición del 100% de la refinería Deer Park, en Texas, por parte de Pemex, la puesta en marcha de programas sociales en Centroamérica y, la más reciente, la ausencia del jefe del Ejecutivo en la Cumbre de las Américas.
El pasado viernes 1 de julio, cuarto aniversario del triunfo popular que puso a López Obrador al frente de la Presidencia de la República, fuimos testigos de otro de esos momentos emblemáticos con la inauguración de la refinería Olmeca, en Dos Bocas, Tabasco.
Rumbo al cuarto año del sexenio, la refinería representa un hito técnico y político para la 4T, es todo un símbolo de este gobierno y su apuesta por la soberanía dentro y fuera de México.
Con el pretexto de la preservación al medio ambiente, Estados Unidos y Europa profundizan una agenda energética injusta con las economías emergentes —y suicidas con su propio mercado interno—, cuyo potencial de crecimiento está, inevitablemente, asociado a un incremento en la demanda de energéticos.
En este sentido, la refinería Olmeca es una confirmación al mundo de que el pueblo de México ha recuperado la soberanía nacional y no está dispuesto a dejarla en manos de políticos apátridas ni empresas extranjeras saqueadoras.
Mientras los hipócritas y desinformados opositores vienen pregonando el fin del petróleo desde antes de 2018, la espiral alcista en la que se encuentran los hidrocarburos a nivel mundial deja patente que, una vez más, la mezquina oposición y todo su conjunto de entelequias (Va por México, Sí por México y Frente Cívico Nacional, grupúsculos que sólo buscan la imposición de una candidatura presidencial antagónica a morena en 2024) son incapaces de leer correctamente el delicado momento geopolítico a nivel internacional, con la guerra y sus efectos económicos como principal amenaza, mismas amenazas que han llevado a países como Alemania a reactivar plantas de carbón para asegurar el suministro de energía eléctrica a la industria y los hogares alemanes.
Sin embargo, para los “expertos en materia energética” de la oposición, la apuesta de López Obrador por incrementar la capacidad nacional de refinación de petróleo crudo para convertirlo en diésel y gasolinas representa un viraje al pasado; pero omiten datos tan importantes como el hecho de que, a nivel mundial, se construyen alrededor de 80 refinerías y que en este 2022 la industria de la refinación de crudo ha alcanzado márgenes de ganancia sin precedentes, so pena de una economía con inflación récord, un fuego que se aviva continuamente ante el incremento al costo de diesel y gasolinas.
El incremento vertiginoso en el precio de los hidrocarburos como efecto económico del conflicto bélico también se ha hecho sentir en nuestro país, sin embargo, sus efectos han sido positivos para la principal empresa energética de México, Pemex, pues la paraestatal reporta para el primer trimestre de 2022 un beneficio en cuanto a sus márgenes de utilidad que se ubicó en 18.
45 dólares por barril de petróleo procesado, un considerable crecimiento del 215% con respecto al mismo periodo de 2021, en que se alcanzó un margen de ganancia de 5.
85 dólares por barril.
Así entonces, México, con la 4T y su política energética soberanista, mantiene la estabilidad en el precio de los combustibles y dispone de recursos para continuar con el rescate de las refinerías de Salamanca, Minatitlán, Madero, Cadereyta, Salina Cruz y Tula.
En contraparte, países como España, donde el precio por litro de gasolina supera los 2 euros por litro (más de 42 pesos mexicanos) y que ha llevado a sectores como el de los transportistas, que aquejan pérdidas operativas en todo lo que va de 2022, a realizar paros de labores en busca de interlocución con el gobierno.
Con la refinería Olmeca, México logra darle la vuelta a la agenda energética que pretende imponer el norte global (Estados Unidos y Europa) al resto del planeta; sin embargo, las críticas de la oposición se han centrado en el incremento del costo de la obra, así como la falta de análisis profundo de la coyuntura mundial en materia energética, repitiendo prejuicios y lugares comunes sin la capacidad de dimensionar que se trata de una acción estratégica en favor de la soberanía nacional, pues implica invertir en la viabilidad de México como nación soberana en el complejo siglo XXI, más que un gasto superfluo.
Las proyecciones de la Secretaría de Energía estiman que, en 2023, la refinería Olmeca será capaz de procesar 340 mil barriles de crudo al día, que, junto a las 6 refinerías en territorio nacional y la refinería en Texas, estarán en capacidad de procesar hasta 1 millón 900 mil barriles diarios y llegar a los 2 millones de barriles en 2024, una vez rehabilitado el Sistema Nacional de Refinación, que ya trabaja al 75% de sus capacidades.
Como lo afirmó el Presidente de México en Paraíso, Tabasco, el pasado 1 de julio, la refinería de Dos Bocas es un sueño hecho realidad.
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