El Financiero: a la vanguardia desde su fundación El Financiero

Hoy El Financiero cumple 40 años.

En la primera plana de aquel 15 de octubre de 1981, la nota principal reportaba que Pedro Ojeda Paullada dejaría la Secrertaría del Trabajo para encabezar el PRI, mientras que Javier García Paniagua dejaría la presidencia del partido tricolor para ir la Secretaría del Trabajo. Un enroque.

Eran otros tiempos en México. Tres semanas antes, Miguel de la Madrid había sido “destapado” como candidato presidencial y estábamos en los albores de una terrible crisis financiera que iba a sacudir al país. Pero, al mismo tiempo, la modernización del mercado bursátil así como del sistema bancario marchaba a toda velocidad.

El Financiero nació innovando en la turbulencia. Abrió brecha como diario especializado. Apenas tenía cerca de cuatro meses de vida cuando se presentó una profunda crisis que llevó a la devaluación de nuestra moneda.

A lo largo de 1982, durante el primer año de vida de El Financiero, estalló la crisis de la deuda externa que sacudió las finanzas internacionales, y el 1 de septiembre de 1982 se decretó la nacionalización de la banca privada.

Ese primer año fue premonitorio de una etapa de sacudidas económicas, financieras y políticas que fue reportada en estas páginas.

Al hablar de El Financiero tengo que hacer referencias personales. Empecé a colaborar en el diario en 1984.

Llegué a una redacción en la cual todavía se ocupaban máquinas de escribir mecánicas para redactar las notas. Había que hacer varias copias al carbón para entregarlas a los editores y a quienes preparaban las páginas del diario capturando de nuevo los textos editados e imprimiendo en papel fotográfico, el cual se recortaba manualmente para ir formando las páginas.

Aquella vieja redacción estaba en una casona de la calle de Milton, en la colonia Anzures. Un grupo de profesionales entusiastas empujaba el periódico bajo la dirección general de don Rogelio Cárdenas Pérez-Redondo.

Ese fue el punto de partida y luego todo fue crecimiento. El Financiero respondió innovando y satisfaciendo las necesidades informativas de un país que se modernizaba, pero que pasaba de crisis en crisis.

Este diario se consolidó como uno de los principales medios del país, no sólo por la información económica que ofrecía, sino también por la información política y cultural que entregaba, y sobre todo por una línea editorial independiente que constrastaba con muchos medios que se sujetaban a las directrices gubernamentales.

En 1988, por ejemplo, en aquellas polémicas elecciones, el diario se distinguió por ofrecer una portada que decía: “Comicios: Aún Nada Para Nadie”, que contrastó con la mayoría de los medios, que recogieron como nota principal las declaraciones del presidente del PRI, Jorge de la Vega Domínguez, quien proclamó un “Triunfo legal, contundente e inobjetable”.

El Financiero, contra viento y marea, mantuvo su línea independiente, pese a las enormes presiones que recibía.

Aún recuerdo a un alto funcionario del Banco de México, todavía dependiente del gobierno en aquellos tiempos, que decía que El Financiero era “el único diario de izquierda que era leído por la derecha”. La independencia editorial hacía difícil de catalogar a un medio guiado por la objetividad.

A la vuelta de los años, los medios de comunicación en general y los periódicos en particular enfrentaron una situación compleja que deterioró sus finanzas y obligó a cambios.

En esa coyuntura, Manuel Arroyo, un joven e innovador empresario tomó la propiedad del diario e inició una nueva etapa.

He tenido la suerte de acompañarlo en este trayecto, que ya tiene 9 años. Los periódicos se encontraron con el reto de que a los lectores ya no les bastaban las ediciones en papel, impresas una vez al día.

Demandaban información constante que los matuviera conectados a un mundo que, además, se había vuleto global. Para ello se requería desarrollar nuevas plataformas y El Financiero se lanzó a esa aventura comenzando una nueva era.

En 2013 estableció una alianza con Bloomberg, la agencia de información financiera y de negocios líder en el mundo.

Se lanzó El Financiero Bloomberg TV y se desarrolló un proceso de transformación para producir contenidos digitales de alta calidad.

Además, también en colaboración con Bloomberg, se lanzó la edición en español de la revista Bloomberg BusinessWeek, una de las más importantes del mundo en información de negocios.

Hoy, El Financiero es el líder indiscutible en su nicho, en información económica, financiera y empresarial.

Además, tiene la señal de televisión más importante en materia de información especializada en economía, negocios, finanzas e información política.

Pero ahora ya se ha convertido en uno de los líderes en materia de información general, disfrutando los primeros lugares incluso entre los medios no especializados.

Y su edición impresa, su contenido y editorialistas se han convertido en obligada referencia en la agenda nacional.

A sus 40 años, El Financiero está en su mejor momento. Se encuentra en la posición más influyente de su historia en cuanto a información, análisis y opinión.

Y esto sólo ha sido posible porque mantiene como criterio innegociable una opinión independiente, una plena libertad y la exigencia de profundidad en sus análisis.

Quien esto escribe comenzó a trabajar en este diario hace 37 años.

Hoy, con la ventaja que da la perspectiva, y estando a cargo de la conducción de los contenidos del periódico y del conjunto de sus plataformas, tengo la certeza de que el medio crecerá aún mucho más en influencia y penetración, y contribuirá en mayor grado al desarrollo y a la vida cívica del país.

Con la certeza de que la apuesta de Manuel Arroyo, por el periodismo de calidad y la innovación, seguirá por muchos años más, podemos decir con seguridad que empezamos ahora nuestros siguientes 40 años.