Según anunció Vladimir Putin el miércoles 21 de septiembre, al menos 300.000 reservistas tendrán que ir combatir en el frente ucraniano para apoyar a las fuerzas rusas en lo que llama la “operación militar especial”. Tras el anuncio, miles de rusos se alistaron sin esperar a recibir su convocatoria mientras que otros miles intentaron huir del país.