Causa polémica invitación a conferencias sobre satanismo en Saltillo y Torreón Vanguardia.com.mx

El satanismo ha sido, desde tiempos inmemoriales, un tema de interés y controversia para muchos.
¿Qué representa? ¿Quiénes son sus seguidores? ¿Es realmente una religión? Estas son algunas de las preguntas que surgen alrededor de este fenómeno en Saltillo.
Recientemente, una página en redes sociales llamada “Voz de Lucifer” ha generado gran polémica al presentarse como “una plataforma abierta sobre la esencia del verdadero satanismo” y ofrecer conferencias en diferentes ciudades de México, entre ellas dos de Coahuila: Torreón y Saltillo.
TE PUEDE INTERESAR: Mujer de Saltillo denuncia nuevo modus operandi de robo dentro de tiendas y plazas comercialesDe acuerdo con la publicación, las conferencias serán en varias ciudades, en Coahuila una de ellas será el próximo 27 de abril en Torreón, con la charla titulada “El placer del pecado”, y en Saltillo el 28 de abril con la conferencia titulada “Tiempos de guerra”, y comparten un teléfono para quienes estén interesados en asistir se registren.
¿QUÉ SIGNIFICA ADORAR A SATANÁS?¿Pero qué significa adorar a Satanás? Para entenderlo, debemos explorar las diferentes concepciones de esta figura en diversas religiones.
En el cristianismo, por ejemplo, Satanás es considerado el principal adversario de Dios, mientras que en el judaísmo y el islam su papel es más limitado, actuando como tentador o adversario.
El satanismo, en su sentido más amplio, abarca una variedad de creencias, prácticas y filosofías que giran en torno a la figura de Satanás.
Sin embargo, es vital comprender que existen distintas corrientes dentro de esta denominación, y no todas se adhieren a una adoración literal de Satanás como una entidad sobrenatural.
Algunas corrientes del satanismo son reconocidas como religiones organizadas, mientras que otras adoptan una perspectiva más filosófica, centrada en principios como la autonomía individual y la búsqueda del conocimiento y el poder.
En este sentido, el satanismo LaVeyano, inspirado en Anton LaVey, fundador de la Iglesia de Satán en los años 60, ha ganado relevancia.
SATÁN, UNA METÁFORAA pesar de los estigmas y las malinterpretaciones, muchas formas de satanismo rechazan la violencia y promueven valores como la autoafirmación y la felicidad personal.
Un ejemplo es The Satanic Temple, reconocido como religión por el gobierno de Estados Unidos, cuyos miembros enfatizan que Satanás es una metáfora para cuestionar la autoridad y fundamentar sus creencias en la ciencia.
De acuerdo con la BBC, The Satanic Temple, cuyo cofundador Lucien Greaves, sigue muy activo es reconocido como religión por el gobierno de Estados Unidos y tiene ministros y congregaciones en América, Europa y Australia.
TE PUEDE INTERESAR: Critican en redes ostentosa boda de hija del líder de Cristo Vive en SaltilloLos miembros de este grupo dicen que en realidad no creen en un Lucifer o un Infierno literales, como lo dijo para el diario español El Mundo Graves: “Ni creemos que Satán exista ni rendimos culto a la muerte”.
Ellos hasta han creado una “escuela” para niños: After School Satan, que cuenta con su programa de actividades para favorecer el pensamiento crítico y la divulgación científica entre los más jóvenes.
SIN MOLESTAR A NADIE Los satánicos dicen que cada quien tiene derecho a elegir su fe y no están tratando de molestar a la gente, aunque ellos no siempre reciben el respeto que ofrecen.
Recientemente, el pasado 8 de abril, el Templo Satánico en Salem, Massachusetts, Estados Unidos, fue objeto de un ataque con un artefacto explosivo que causó daños al edificio.
Aunque nadie resultó herido, este incidente resalta la persistente intolerancia hacia las creencias divergentes.
En última instancia, el satanismo sigue siendo un tema complejo que despierta fascinación, miedo y controversia en igual medida.
Ya sea como una expresión religiosa legítima o como una filosofía contracultural, su presencia en la sociedad continúa desafiando nuestras concepciones tradicionales sobre la fe y la libertad de creencias.