En Corto Colectivo Pericú
PROTESTAS DEL MAGISTERIO CON OLOR A PAN
Por Carlos González Muñoz
“Si esto hubiera sido ayer lo tomaría”, dice la canción que hizo famosa José José, en referencia a un amante despechado que es recompensado por su pareja demasiado tarde, cuando el amor reclamado ya es cosa del pasado.
Algo similar sucede con las marchas de protesta que docentes y trabajadores compensados de la SEP, particularmente en Los Cabos, vienen realizando en contra del gobierno del estado desde hace varios días, exigiendo el pago de quinquenios que se dejaron de percibir desde 2005, es decir, hace casi veinte años.
¿Por qué hasta ahora el reclamo? ¿ por qué en plena campaña electoral? ¿casualidad?
Luis Miguel Ramírez, representante del Movimiento Sindical Cabeño, MSC, destacado líder de esta organización gremial, reveló ante periodistas que desde su ingreso como educador en 2005, “no he percibido una sola vez el pago de los quinquenios correspondientes”, y se dijo insatisfecho con el actual gobierno porque “sólo nos ofrece cubrir un 25 por ciento (del total acumulado) a partir del 1 de mayo, pero aún así es muy poco y nos faltaría casi el restante 70 por ciento”: Queremos todo y ahora mismo.
El quinquenio es un bono que la SEP paga a sus trabajadores por cada cinco años de servicio acumulados, pero por diversas razones es hasta el actual gobierno que se decidió resolver el problema, así sea a plazos, comprometiéndose a otorgar un pago inicial parcial del 25 por ciento, considerado insuficiente por los reclamantes.
La intransigencia de los dirigentes del Movimiento Sindical Cabeño, que consideran “insuficiente” el esfuerzo que hace el gobierno de Víctor Castro Cosío para cubrir una parte del adeudo, es no solamente alevoso e injustificable, sino políticamente sospechoso de responder a intereses ajenos al magisterio: ¿Por qué ahora?
La duda acerca de la autenticidad de este movimiento de protesta se justifica cuando la opinión pública se entera que se trata de una reivindicación añeja, una demanda del magisterio sudcaliforniano que lleva sin resolverse dos décadas, obligación contractual que desatendieron los gobiernos anteriores y que pese a encontrar una respuesta satisfactoria por parte del actual gobierno, este grupo de sindicalistas decide de todas maneras suspender clases y labores administrativas, dañando imagen y prestigio de las autoridades gubernamentales de extracción morenista ¡en plena campaña electoral! Volvemos a preguntar ¿casualidad?
Señor dirigente, con todo respeto, pese a cubrirlo de “justificado”, su movimiento huele más a partido político en acción que a gremio en movimiento.
Es más, huele a uno en particular: el PAN.
