Australia preocupada porque un "error de cálculo" agrave el conflicto en Oriente Medio Infobae
Sídney (Australia), 19 abr (EFE).- El Gobierno de Australia expresó este viernes su preocupación ante la posibilidad de que un "error de cálculo" durante el cruce de ataques aéreos entre Israel e Irán pueda provocar una escalada del conflicto en Oriente Medio.
"Australia sigue sumamente preocupada por la posibilidad de que se produzcan errores de cálculo y una mayor escalada del conflicto en la región", apunta la ministra en funciones de Asuntos Exteriores, Katy Gallagher, ante la ausencia de la titular, Penny Wong.
Camberra subraya que el aumento de tensiones "no beneficia a nadie" e insta "a todas las partes" a ejercer la contención y dar "un paso atrás para evitar una mayor espiral de violencia".
"Australia seguirá trabajando con sus socios para tratar de reducir las tensiones y evitar un mayor contagio regional", remarca en un comunicado la política australiana.
Las declaraciones coinciden con el ataque aéreo que Israel lanzó este viernes contra una región interior de Irán, en represalia por el bombardeo iraní contra Israel del pasado sábado.
De momento se desconocen los posibles daños causados por esta última ofensiva israelí, después de que el 1 de abril lograra impactar en otro ataque aéreo el consulado de Irán en Damasco causando la muerte de al menos 13 personas.
Estos ataques cruzados, que se producen en medio de la guerra que Israel mantiene con Hamás en la Franja de Gaza, han aumentado la tensión de Oriente Medio, entre llamadas de contención de la comunidad internacional para sofocar un posible conflicto mayor.
Australia además instó hoy a sus ciudadanos abandonar el territorio israelí "si es seguro hacerlo" ante una situación de seguridad que "podría deteriorarse rápidamente" y "provocar cierres del espacio aéreo".
El Gobierno de la nación oceánica ha endurecido su discurso contra Israel por la guerra en Gaza a raíz del asesinato de una cooperante australiana, junto a otros 6 cooperantes de la oenegé World Central Kitchen, en un ataque aéreo israelí el 1 de abril. EFE
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